Hoy
en día todos, o casi todos, debemos tener un antivirus instalado en
nuestro ordenador si estamos conectados a Internet, ya sea uno de una
empresa de seguridad, como Kaspersky o Bitdefender, o simplemente Windows Defender,
el antivirus de Microsoft incluido en Windows 10. Estos antivirus
analizan constantemente nuestro equipo en busca de cualquier amenaza que
pueda estar poniendo en peligro nuestra seguridad y, además, también
nos permiten realizar escaneos manuales en busca de cualquier amenaza
que pueda esconderse en el ordenador.
A la hora de realizar un escaneo con un antivirus, normalmente estos
nos suelen ofrecer dos o tres tipos de escaneos diferentes, tipos que
suelen ser, principalmente:
- Análisis completo.
- Escaneo rápido.
- Personalizado.
Aunque a grandes rasgos hacen lo mismo (buscar malware en nuestro
ordenador), estos tres modos no funcionan igual, sino que cada uno tiene
una finalidad específica, como vamos a ver a continuación.
Además de los escaneos que vamos a ver a continuación, Windows Defender también nos ofrece un tipo alternativo, el Examen sin Conexión,
que nos va a permitir analizar el sistema operativo antes de que cargue
Windows, pudiendo eliminar así hasta el malware más oculto y
persistente del sistema.
Diferencias entre los escaneos rápidos, completos y personalizados de los antivirus
Escaneo completo de un antivirus
El primero de los tipos, y el recomendado en la mayoría de las ocasiones, es el escaneo completo.
Como su nombre indica, este es el tipo de escaneo más completo que nos
ofrecen los antivirus, ya que analizará absolutamente todos los
componentes de nuestro ordenador, como todos los discos duros, los
procesos ejecutándose en la RAM, las copias de seguridad, los procesos
que se arrancan con el ordenador y las entradas del registro de Windows.
Los escaneos completos son recomendables para analizar nuestro
ordenador de forma periódica (por ejemplo, cada dos semanas), y debemos
programarlos para cuando tengamos tiempo por delante, ya que suelen ser
lentos y pueden llegar a tardar varias horas. Sin embargo, son la mejor
forma de asegurarnos de que nuestro ordenador está completamente limpio
de malware.
Escaneo rápido de un antivirus
El segundo de los tipos de escaneo que podemos encontrar en un antivirus es el escaneo rápido. A diferencia del anterior, este es mucho más rápido, pero solo analiza los elementos más críticos del sistema, como:
- Los archivos y las carpetas que se suelen infectar más a menudo.
- Los procesos e hilos en ejecución.
- La RAM.
- Las carpetas de inicio de Windows.
- El registro.
En vez de analizar todos los archivos de nuestros discos duros, solo
analiza los directorios comúnmente infectados por el malware, pero no
analiza todos los ficheros uno a uno como hace el escaneo completo,
siendo útil para el día a día, pero no sustitutivo del análisis
completo.
Análisis personalizado de un antivirus
Como opción alternativa a las dos anteriores, los antivirus suelen ofrecernos un tipo de escaneo personalizado.
Cuando seleccionamos esta opción, este nos preguntará los elementos que
queremos analizar, pudiendo marcar los elementos que queremos o no
queremos analizar. De esta manera, podemos elegir, por ejemplo, que
analice un directorio solo, o que analice solo una de las particiones
que tenemos en nuestro sistema.
Si queremos un análisis más completo que el rápido, pero que lleve
menos tiempo que el análisis completo de nuestro ordenador, esta es la
mejor opción, pudiendo elegir qué es lo que queremos analizar.
Fuente:https://www.redeszone.net/
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