Hikvision y DahuaTech, los fabricantes de cámaras de vigilancia más grandes del mundo, han sido prohibidos por E.U.


Después de la decisión del gobierno de E.U. respecto a la tecnología desarrollada por fabricantes chinos, múltiples inversores de Hangzhou Hikvision Digital Technology y Zhejian Dahua Technology (los dos fabricantes de cámaras de vigilancia más grandes del mundo) decidieron deshacerse de las acciones de la compañía pues, acorde a los especialistas en ciberseguridad, temen que el impacto de esta decisión se extienda al resto de sus negocios.

El recientemente publicado proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional establece que las agencias gubernamentales del gobierno de E.U. tienen prohibido comprar equipos de vigilancia fabricados por algunas compañías en China; se espera que el presidente Trump firme el proyecto de ley en los próximos días.

Acorde a especialistas en ciberseguridad, Hikvision es una compañía controlada por el gobierno chino que ha suministrado equipos de vigilancia a las Fuerzas Armadas de E.U. para monitorear distintas bases militares, además de trabajar para los cuerpos policiales de algunas ciudades como Memphis. La compañía acababa de anunciar ganancias netas de alrededor de 600 millones de dólares en el primer semestre del año.  

Sin embargo, después de concocerse la decisión de E.U., las acciones de la compañía cayeron estrepitosamente, cerrando la semana con una pérdida del 14%. En cuanto a Dahua Technology, las acciones de la compañía han caído 20% desde el día que se dio a conocer la decisión de E.U., reportan expertos en ciberseguridad.   

A través de un comunicado, Hikvision se pronunció al respecto: “Por sí misma, esta prohibición no tendría un gran impacto en la compañía. No obstante, debido a su ambigua redacción y metas, es posible que las agencias de E.U. hagan una interpretación más amplia de la ley, lo que podría extender el alcance de la prohibición a agencias del gobierno no federales, compañías privadas, etc”.  

Acorde a especialistas del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS), la compañía podría formar un equipo para buscar una definición más específica del proyecto de ley, así como para analizar las posibles consecuencias que esta prohibición podría generar en caso de que su interpretación se extienda a otras organizaciones más allá del gobierno federal de E.U.

“Permanecemos en contacto con nuestros clientes en E.U. y tratamos de minimizar el impacto negativo de esta decisión”, concluye el comunicado de la compañía.



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