
Creada
por dos conocidos hermanos rusos, la aplicación de mensajería Telegram
nunca ha tenido buena aceptación entre las autoridades de su país, que
después de mucho tiempo de fricciones han terminado cumpliendo la
amenaza de bloquear el servicio en todo el territorio. La razón: no
haber entregado las claves de cifrado, según se les exigía por parte de
un tribunal.
Así, y “con efecto inmediato”, las operadoras rusas están llamadas a bloquear toda comunicación realizada por Telegram
a través de sus redes. Un bloqueo que tiene la posibilidad de
revertirse, de acceder los responsables de la aplicación a acatar la
orden del tribunal. Pero no parece probable que algo así vaya a suceder.
El CEO de Telegram, Pavel Durov, ya ha respondido vía Twitter que “en
Telegram tenemos el lujo de no preocuparnos por las fuentes de ingresos
o las ventas de anuncios. La privacidad no está en venta y los derechos
humanos no deberían verse comprometidos por temor o avaricia“.
Este
último pulso entre Roskomnadzor, el regulador estatal de
telecomunicaciones, y Telegram, comienza el pasado verano, cuando las
autoridades del país acusaron al servicio de haber sido utilizado por terroristas para cometer un atentado. Telegram cedió a las primeras demandas y se registro como pedía Roskomnadzor, pero “no
cumpliremos con leyes incompatibles con la política de confidencialidad
de Telegram o con la protección de la privacidad de los usuarios“, advirtió entonces Durov.
La
cosa no quedó ahí y la siguiente petición fue directa: las autoridades
necesitaban las claves del cifrado de Telegram para poder investigar
supuestos actos terroristas. Pero como no la obtuvieron, multaron al
servicio con 14.000 euros. Esto fue en octubre. En diciembre Telegram se
intentó defender con una demanda ante el Tribunal Supremo de Rusia para
declarar inválida la orden del Servicio Federal de Seguridad (FSB), ya
que atentaría contra el principio constitucional del secreto de las
comunicaciones. Sin embargo, fue rechazada y ahora pasa lo que pasa,
según recogen en TASS.
Telegram
es una aplicación y servicio de mensajería conocido por su fuerte
cifrado y sus políticas de privacidad. Asimismo, se sabe que ha sido
utilizada para difundir contenidos favorables al terrorismo islámico,
contra los que la plataforma ha luchado como ha podido. La petición de
las autoridades rusas, no obstante, no engaña a nadie: quieren vía libre
para monitorizar las comunicaciones de cualquier usuario -o todos- de
Telegram.
Esta decisión no afectaría a ningún otro territorio. Además, cabe recordar que Telegram no opera desde Rusia, sino desde Alemania, y que sus servidores están repartidos por todo el mundo, pero no en Rusia.
Fuente: https://www.muyseguridad.net/
0 Comentarios